Sesión doble de anime.

Ayer tarde y para aprovechar un momento de soledad me otorgué el placer de practicar una sesión doble de cine, las elegidas: dos obras del maestro Miyazaki y por tanto creaciones del estudio Ghibli. Anime del bueno en vena. La primera, "Ponyo en el Acantilado", me ha parecido como todas las pelis de este hombre una maravillosa demostración de ternura y de amor por la naturaleza. Ponyo es una especie de pez con carita de niña (¡más monaaaa!) que se escapa de la guarida de su padre ,un extraño hechicero que parece ser el guardián del mar por sus continuas preocupaciones por el equilibrio del ecosistema marino. Ponyo acaba subiendo a la superficie y es rescatada por Sosuke,un niño de cinco años que la libera de un tarro de cristal en el que había quedado apresada. Es entonces cuando se establece una estrecho lazo entre los dos que les llevará no separarse pese al caos que eso pueda ocasionar. He gozado mucho con esta película porque es un cuento de hadas, más infantil eso sí que...